Tener un chiller instalado no es suficiente para garantizar el funcionamiento óptimo de tu sistema de refrigeración. Sin un plan de mantenimiento preventivo, el rendimiento del equipo puede degradarse rápidamente, afectando la producción, el consumo energético y la vida útil del sistema.
En este artículo te contamos qué tareas de mantenimiento necesita un chiller industrial, con qué frecuencia realizarlas y cómo Frío 21 te ayuda a mantener tu equipo siempre en condiciones.
Un chiller industrial trabaja muchas veces de forma continua, en ambientes exigentes y con cargas térmicas variables.
Sin revisiones periódicas, pueden aparecer problemas como:
Por eso, el mantenimiento no es un gasto, es una inversión para evitar fallas críticas y prolongar la vida útil del equipo.
El mantenimiento puede variar según el tipo de chiller y la exigencia del proceso, pero estas son las tareas principales:
Para asegurar que el sistema opera dentro de los parámetros correctos.
Chequeo de ruidos, consumo eléctrico, temperatura de trabajo y ciclos de encendido.
Evita obstrucciones y mejora la transferencia térmica.
Una carga inadecuada afecta directamente la capacidad de enfriamiento.
Permite evitar microfugas que generan pérdida de rendimiento.
Previene cortocircuitos, sobrecalentamientos o fallas por vibraciones.
Para garantizar una lectura correcta de temperatura, presión y alarmas.
En chillers con tanque de reserva, también se revisa el nivel, limpieza y funcionamiento del sistema hidráulico completo.
Dependerá del uso, pero como guía general:
El mantenimiento preventivo debe ser realizado por personal capacitado. En Frío 21 ofrecemos:
Te ayudamos a evaluar el estado actual de tu equipo y armar un plan de mantenimiento adecuado.
 Contactanos y evitá fallas antes de que se conviertan en un problema mayor.
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